martes, agosto 31

"mis vacaciones" o cómo alcanzar la felicidad absoluta

Si usted alguna vez ha dudado que la felicidad absoluta existe, puedo decirle con total seguridad que está equivocado/a. Cuando usted ha pasado 18 meses de su vida haciendo una pega que a ratos puede ser bastante latera, con compañeritos neuróticos que quieren asesinarse entre sí; si usted además venía de otro trabajo donde tampoco había tenido vacaciones en haaaaarto tiempo; si entremedio se cambió de casa y de ciudad; si tuvo que aprender a pagar cuentas, a comprar en el supermercado y a limpiar el baño para asegurar su propia subsistencia...


Si usted cumple todos estos requisitos y de pronto se sumerge en una piscina temperada mientras mira el atardecer a través del techo transparente... entonces usted se convencerá fácilmente que sí, que es verdad, que la felicidad absoluta está justo alrededor suyo.

Personalmente, me costó un poco creer que fuera cierto. Mientras las burbujas me hacían cosquillas en la espalda y en el cielo naranja el sol se escondía tras la cordillera nevada que estaba ahí mismo, por un momento pensé en pedirle a Novio que me golpeara para estar segura de que todo era cierto. Y sí, era cierto. Y no, no fue necesario el golpe. Pero por si acaso, nos tomamos hartas fotos para la posteridad, y considerando las cosas que han pasado después me parece que fue una excelente idea.

Creo que Novio empezó a sentir que su vida corría serio riesgo estando a mi lado, por culpa de mis síntomas de estrés y mi odio hacia la humanidad que a esas alturas se hacía extensivo casi a todo ser vivo y objeto inanimado de la tierra. Entonces, recordando lo que nos habían contado unos amigos sobre sus increíbles vacaciones en unas termas, hizo las averiguaciones correspondientes y consiguió un excelente panorama para que partiéramos los dos a relajarnos y olvidarnos del mundo y pasarlo bien y recuperar cierta normalidad que nos permitiera continuar nuestras relaciones sociales sin provocar temores en los demás (por causa mía, claro).

Debo decir que fue la mejor decisión de nuestras vidas. Lejos. Es que realmente necesitaba desconectarme de todo, flotar en agua tibia, ser masajeada cual masa de pan por una señora gordita y amorosa, y dejar que la mayor preocupación en mi cabeza fuera elegir ante la barra de postres del restorán. No, no pude elegir.

Caminamos por los alrededores del hotel saltando en las hojas secas -una de mis actividades favoritas en la vida-, quedamos arrugados arrugados con tanta agua termal, comimos de lo mejor sin necesidad de acumular platos sucios ni tener que pensar qué comprar para el almuerzo del día siguiente, y nos relajamos, relajamos, relajamos hasta morir. Básicamente, todo lo que es la dinámica de comer-pasear-flotar una y otra vez de aquí a la eternidad.

Mención aparte para doña Valeria, la señora gordita y amorosa y masajista. Si mi departamento fuera más grande, la adoptaba como tía para que se pasara el resto de la vida conmigo. Después de conocerla me convencí de que el masaje debería ser un derecho subvencionado por el Estado, porque si todo el mundo tuviera acceso a este grado de felicidad andaríamos de mejor ánimo por la vida y nos evitaríamos las peleas con los choferes de micro, los bocinazos en el taco, las ganas de matar al Jefecito de turno...

Mi espalda todavía disfruta el acomodo de músculos, articulaciones y demases, que aunque en el momento crujieron hasta ponerme bien nerviosa, al final me dejaron flotando en las nubes y con un indiscutible olor a postre. Ahora, mi próxima misión en la vida es encontrar una masajista como ella en Santiago, para felicidad mía y de quienes me rodean.

5 comentarios:

Marce dijo...

Excelente. Qué maravilla.

María José dijo...

Te lo merecías sin duda!! qué rico.


Si no fuera mucha la molestia ¿Me puedes decir qué termas son?
Si quieres me mandas un mail a

quebuenoestaraqui@gmail.com

Gracias.

Scarlet dijo...

que poco sana mi envidia!!! Por favor, mete a la señora gordita en el primer avion a Paris! Si no me detiene algun desastre, la voy a buscar al aeropuerto y le cedo mi cama a cambio de media horita de masajes al dia...

Flo dijo...

Qué ricoooooooo...yo quiero.

PauS dijo...

Gracias, gracias, gracias por la buena onda. He disfrutado mucho los efectos de mi post envidiable y ya estoy lista para volver a las quejas.

Maco, esta tarde sí se va el correo.

 

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