viernes, julio 9

viernes viernes viernes

A veces pienso que estoy enloqueciendo. Quiero decir, más de lo habitual.

Siempre he sido el tipo de personas que pierde cosas -lápices, llaves, teléfono-, que olvida los cumpleaños, que pasa de largo en la micro o pone "cerrar" en vez de "guardar los cambios" del trabajo que se está terminando -cómo no- a última hora. Ideal para convertirme en protagonista vitalicia de esa publicidad de té que hablaba sobre "desenfocados".

El problema es que en las últimas semanas las cosas han empeorado un montón. Me da lata hasta salir con mis amigas y perdí el cuaderno donde anotaba las cosas que no debía olvidar. Inculso me cuesta terminar un post. Y como agregado, duermo pésimo, vivo con dolor de estómago y he desarrollado una increíble capacidad de odiar a todo el mundo simultáneamente.

Pero lejos lo peor fue cuando empecé a llamar indignada reclamando porque a las 6 de la tarde del viernes todavía no recibía ninguno de los informes que debían llegar a las 12. En el cuarto llamado un chico de lo más amoroso me dice como asustado "Ahhhhh es que no sabía que lo ibas a necesitar antes".

- ¿Antes? ¡¡¡¿Cómo antes?!!! ¡¡¡Si lo tenías que mandar a las 12 de hoy... jueves... :(

Y así, tragándome la rabia, el orgullo y la vergüenza con el pobre hombre, conseguí un calendario y lo puse al lado de mi teléfono. También empecé a pensar que era hora de tomar alguna decisión más radical para acabar con el problema, antes que termine comprando una metralleta para pasar a saludar a cada uno de mis compañeritos de trabajo.

Personalmente creo que la causa de todo esto son los casi 18 meses que llevo trabajando de corrido -gracias a Jefecito, que no quiso autorizar mis vacaciones cuando me tocaba salir porque estábamos "en plena reestructuración"-. También puede ser porque esa reestructuración me puso a hacer una pega de lo más latera, con mucha revisión de documentos y de bases de datos eteeeernas. Y, bueno, no voy a negar mi natural tendencia al enloquecimiento.

Las opciones, entonces, serían conseguir que Jefecito se ablande y me dé vacaciones. O derechamente cambiar de pega.
O conseguir pases libres a un spa hasta que supere el mal momento. O empezar a tomar té. O quizás todas las anteriores.

2 comentarios:

María José dijo...

Hola!
Me reí mucho con tu post... Claro, seguro que para ti no es tan chistoso... Me avisas si te funciona el té :)

Veo que estás empezando, y te felicito porque me entretuve mucho leyéndote Pau.
Te agregué a mi blogroll, pero me apareces al final de la lista. Me ha pasado con otros blogs, pero no logro saber por qué. Será algo que tienes configurado???

Estoy volviendo, saludos.

PauS dijo...

Aaaaaay qué lindo mi primer comentario en este blog :)

La verdad es que no he tomado más té porque como he dormido pésimo tuve que volver al café... y no pasa nada. Pero espero tener buenas noticias pronto.

Voy a mirar mi configuración a ver si hay algo. Estoy arreglando las cosas para que esté más bonito cuando vuelvas. Esta semana me he dedicado a probar plantillas. Todavía me cuesta este asunto...

Saludos!

 

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